El Presidente exhibió el número de celular de una periodista…

¿Deberíamos alarmarnos por que el Presidente difundió el número de teléfono de una periodista (de un medio extranjero y bastión de los intereses del gran capital, opositores por antonomasia a los gobiernos populares) crítica de su labor?

Más allá de que la periodista pueda o no estar calumiando al Presidente (que parece que sí), y que el «problema» se pueda resolver cambiando la periodista su número de celular, como le recomienda el Presidente, al exponer en su mañanera que no fue un error y que lo volvería a hacer, pues la dignidad del Presidente de Mexihko está por encima de la Ley de privacidad de datos personales, y más allá del prúrito legaloide de muchos juristas y periodistas, nosotros, como ciudadanos de a pie tenemos que preguntarnos cómo afecta eso a los derechos del pueblo (conjunto), primero, y de los ciudadanos (individuos) después.

En la tradición política milenaria de nuestros pueblos se entiende con claridad que los derechos de los individuos son sagrados, pero nunca están por encima de las necesidades del colectivo.

¿La dignidad del Presidente de Mexihko es una necesidad del colectivo? Por supuesto. Más allá de que el Presidente sea o no del agrado de todos, y de que pueda o no estar obrando con rectitud, mientras goce del respaldo mayoritario y sea el Presidente de todos los mexihkameh (mexicanos), los derechos de la periodista (su seguridad) pueden ser salvaguardados sin mayor reparo, a pesar de la filtración de su número de celular.

¿Tú qué opinas, ikniuhtli mexihkatl (hermano mexicano)?

Xiuhk’teuktli (Erik Quintanar)

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POLÍTICA MEXIHKA, AXKAN

Tonalli 12 ozomahtli (mono) de la trecena 1 xochitl (uno flor), año 12 tekpatl (cuchillo de pedernal), según la correlación Caso/Nicholson de la cuenta del tiempo mexihka. 24 de enero de 2024, calendario gregoriano.

Este año Mexihko se prepara para elegir Presidente, máximo dirigente del Gobierno nacional, bajo las formas democráticas importadas desde occidente y mexicanizadas a la criolla, con poco de democráticas, el próximo 2 de junio, 97 millones de mexihkas (autoidentificados o no) elegiremos Presidente, además de 128 senadores y 500 diputados, 9 gobernadores y muchos cargos más de elección popular, para un total superior a 20,000.

En poco más de 12 años desde que se fundó el partido político impulsado por Andrés Manuel López Obrador, Morena, con el cual llegó a la Presidencia en su tercer intento, hemos visto el derrumbe histórico del antes partido ultra-hegemónico PRI, y de sus aliados PAN y PRD, víctimas sobre todo de su inacabable corrupción y de la estrategia del Presidente de exhibirlos, antes que buscar su enjuiciamiento, de la que no han sido capaces de reponerse, careciendo entre sus filas de candidatos presentables y populares, y estando tan a la vista ya los verdaderos intereses detrás de ellos, que son los grandes intereses económicos.

Sin embargo, las nuevas generaciones de votantes difícilmente podrán vislumbrar y comprender la larga lucha de décadas por las que sus papás tuvieron que transitar para ver realizada la anhelada transición democrática que derrotara a esa clase política enquistada en el poder bajo las siglas del tricolor (PRI), por lo que el partido Morena deberá ser cuidadoso de las formas para ganarse a ese electorado joven. Aunque el riesgo de perder su amplia mayoría no parece cercano, podría ser mayor para la siguiente elección del 2030, en que las mañas de la nueva clase gobernante comenzarán a salir a flote, y el mal recuerdo del trauma multigeneracional que representó la vieja clase política autoritaria y aliada del poder económico nacional e internacional que se apoderó, vía contubernios, del inicialmente partido emergido de la revolución, comenzará a olvidarse, teniendo nuevamente la oportunidad de invertir sus millones y millones de pesos en seducir a los jóvenes con falsas promesas de seguridad, progreso, modernidad y confort, apelando seguramente al egoísmo, el individualismo y el hedonismo, que alejan al individuo de la comunidad, atrapado por el deseo de lo inmediato.

Estas cosas son muy inmediatas y muchos opinólogos se ocuparán seguramente de estarlas recordando en este proceso electoral y los subsiguientes. Sin embargo, solemos ser menos conscientes de que la lucha del pueblo de Mexihko por su autogobierno, el cual es el verdadero propósito de la democracia, no inició en la lucha contra el PRI, sino hace más de 5 siglos, cuando se impusieron por la violencia descomunal de la invasión castellana los intereses extranjeros sobre nuestros territorios y nuestros pueblos.

El gobierno proto-izquierdista de López Obrador y Morena en 6 años ha abierto algunas puertas para la recuperación de la autonomía de los pueblos de Mexihko, pero ha quedado corto y parece poco probable que hagan mucho más en el corto, mediano y largo plazo, que ofrecer paliativos democráticos mientras se consolidan en el poder desde su ideología de izquierda adulterada con pócimas de conservadurismo y oportunismo político.

La autonomía de los pueblos de Mexihko que les permita alcanzar un poco de justicia histórica y recuperar el pleno control sobre su destino está mucho más allá de las posibilidades e intereses de los posibles sucesores de López Obrador y del partido Morena, pero sin duda pasa por evitar que se acerquen nuevamente a recuperar el poder los partidos conservadores de derecha, enemigos natos de las culturas originarias, tanto por sus creencias ajenas al catolicismo, como por ser poseedores comunitarios de grandes territorios y riquezas naturales.

Sin embargo, el Mexihko profundo, el que reclama desde sus raíces su existencia, el que necesita no solo programas sociales de paliativos económicos, sino también restaurar su identidad nativa, sus conocimientos ancestrales, sus tradiciones y costumbres, y el control y respeto de sus territorios, no puede estar a la expectativa de lo que los distintos partidos le regalen.

Hablemos de Política y Organización Social desde la Tradición Mexihka en Facebook, en POLÍTICA MEXIHKA. Mexihkatl Tlahtokayotekiyotl. In Nezentlalilli In Topilli.

Xiuhk’teuktli (Erik Quintanar)

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Problemas historiográficos mexihkas

El error del academicismo, pensar que solo lo registrado en las fuentes alfabéticas coloniales existió, y solo de la forma en cómo quedó registrado por los cronistas sin importar lo que digan otros recursos, como el espíritu de las lenguas madres, los petrograbados, las edificaciones y monumentos, los amoxtin (libros originarios) y la tradición oral de los pueblos originarios.
El error del anti-academicismo, pensar que cualquier cosa pudo existir y de cualquier forma, aunque no haya quedado registrada en ninguna fuente, y sin importar lo que digan las fuentes alfabéticas coloniales existentes.
El error del tradicionalismo oral, pensar que cualquier cosa transmitida por tradición oral por cualquier abuelo es válida y venerable, sin importar nada de lo anterior.
El error del intelectualismo racionalista del pensador crítico, pensar que las elucubraciones personales sobre la historia son más válidas solo porque nos parecen más lógicas.

La Historia es la memoria de un pueblo, y la memoria se registra en todos los formatos posibles. Todas las fuentes y recursos son necesarias y útiles, y en todos los casos hace falta practicar la vivencia personal y ejercer el pensamiento crítico, para verificar por uno mismo lo que es, o puede ser, y lo que es más comprensible, más coherente, más congruente y más creíble.

Y aún hace falta explorar la memoria genética y la espiritual.

Xiuhk’teuktli (Erik Quintanar)

Recuperar nuestro tlahtolyotl, nuestro verbo

Para cultivar nuestra cultura propia en toda su originalidad y volver a crecer como civilización y país no necesitamos reproducir las cosas cómo se hacían antes de la usurpación hispana y sus espurios gobiernos político y religioso-espiritual, solo necesitamos conocer, practicar y comprender las formas originales, para poder amarlas, y resolver* las que fueron impuestas y obligadas que hemos interiorizado y aceptado como un síndrome de Estocolmo, para eliminar la enajenación que han ejercido, y así recuperar nuestro tlahtolyotl, nuestro propio verbo, nuestro espíritu colectivo.

*Resolver no significa aquí eliminar, sino ver con claridad a través del conocimiento y el autoconocimiento, y comprender a profundidad cómo ha alterado nuestro desarrollo y sanarlo para recuperar la libertad y poder plenos.

Xiuhk’teuktli

Percepción social, autopercepción, concesiones y política

Hay denominaciones que se dan por lo que uno es, hay otras que se dan por lo que uno merece… y hay otras que se dan para no hacer sentir mal a alguien por sus discrepancias autoperceptivas.

Estas últimas siempre son opcionales, aunque, si implican una disforia o sufrimiento en el sujeto, hacer esa concesión socialmente es reflejo de humanismo y civilidad.

Pero la ciencia no debería dejar de notar que se trata de una concesión social, y de seguir buscando la mejor manera de tratar esa disforia o sufrimiento y esa discrepancia de autopercepción. La mera solución política solo contiene frágilmente el conflicto, pero este subsiste y acarrea implicaciones y consecuencias difíciles por el choque de la percepción social objetiva con las autopercepciones subjetivas, en la medida que genera derechos y obligaciones e imposiciones.

Obligar a la sociedad a que vea lo que no ve e ignore lo que ve no parece una solución sostenible. Trabajar para fortalecer la empatía social para hacer mutuas concesiones puede ayudar a minimizar el costo de este choque de percepciones, que quizá no tenga una solución definitiva, pues tratar a quienes tienen discrepancia autoperceptiva como enfermos no parece tampoco viable, pues entraña formas de violencia, en la medida en que ellos estén conformes con su autopercepción.

La empatía y las mutuas concesiones cuando no estamos de acuerdo son necesarias para la armonía social, más allá de la imposición política.

Xiuhk’teuktli (Erik Quintanar)

¿»Anawak» o «América»?

A mi criterio es buena idea llamar «Anawak» a todo el universo territorial y cultural emparentado en torno a elementos como la siembra de zentli (maíz), los teteo centrales como Tlalok y Ketzalkowatl (en sus distintos nombres y versiones culturales) el ullamaliztli (juego de pelota), el tonalpowalli (cuenta de los días/energías), el sistema de kalpullis (barrios), la mitotiliztli (danza), etc., y que podemos ubicar desde lo que hoy le llaman centro y hasta parte de norteamérica.

Pero es un error pretender que ese era en la antigüedad un nombre oficial aceptado por todos los pueblos y que tenía límites claramente definidos, diciendo que llegaba hasta a Alaska. Se trata más bien de un nombre nawa que se extendió a toda la zona de influencia nawa, más que de límites políticos fijos. Recordemos que no había fronteras ni propiedad de la tierra más allá de los altepetl (ciudades)

Anawak parece ser la forma en cómo los nawas (no solo mexihkas) designaban, primero a la zona en torno al lago de Texcoco y por extensión a todas las zonas de influencia. El concepto es amplio y ambiguo, pues puede significar «cerca del agua», «rodeado de agua», «en torno al agua», de modo que puede incluir desde lo que está dentro del lago, al rededor del lago, o incluso entre los océanos. Cualquier cosa cercana a agua podía ser un Anawak. Incluso había un Anawak por la costa de Veracruz.

Lo relevante de llamar «Anawak» a nuestra parte del continente no es por que así se llamara oficialmente para todos los pueblos, sino porque es el nombre nativo más extendido que se conoce y que NO es impuesto por los colonizadores europeos.

Cada pueblo puede llamarle como su tradición o su gusto considere mejor, pero Anawak es un nombre nativo, originario y ancestral, con suficiente fuerza que no solo los nawas lo usan, aunque ciertamente no todos los nawas actuales están de acuerdo con su uso (pienso yo más por el antimexihkanismo que se les ha sembrado que por otra cosa)

No es una verdad absoluta que se llame «Anawak» nuestra parte continental, como para pelearnos entre nosotros por el nombre, pero si hubiera que establecer un nombre oficial para sustituir el nombre de «América», al menos de la parte norte, creo que sería la mejor opción y podría lograr el consenso de los pueblos (como ya se ha intentado), porque más que una sustitución es un puente a la recuperación de la autonomía epistémica y espiritual de nuestros pueblos, desde el poder de autonombrarnos recuperando nuestra raíz profunda. No hay otro nombre nativo originario con ese poder, y este tiene suficientes argumentos.

Hay que construir los consensos y establecer nuestras verdades en piedra como nuestros ancestros.

Xiuhk’teuktli (Erik Quintanar)

¿Se escribe «nahuatl» o «nawatl»?

Por redacción.

Le preguntamos a la IA y esto nos respondió. ¿Qué opinan, mexihkas?

¿En las comunidades nahuas «náhuatl» se escribe «nahuatl», «nawatl», «nauatl», «naguatl» o «na’uatl»? ¿Hay una ortografía oficial?

La respuesta corta es que no hay una ortografía oficial para el náhuatl. Sin embargo, la forma más común de escribirlo es «nahuatl», con la «h» muda. Esta forma es la que se usa en la mayoría de los libros, diccionarios y sitios web sobre el náhuatl.

En las comunidades nahuatl, se pueden encontrar otras formas de escribir la palabra, como «nawatl», «nauatl», «naguatl» o «na’uatl». Estas formas son más comunes en el habla cotidiana y en las publicaciones locales.

La razón de la diversidad ortográfica es que el náhuatl se escribe usando el alfabeto latino, que no tiene todos los sonidos del náhuatl. Por lo tanto, hay diferentes maneras de representar los sonidos del náhuatl con las letras latinas.

A continuación, se presenta una tabla con las diferentes formas de escribir la palabra «nahuatl»:

| Forma | Descripción |
|—|—|
| «nahuatl» | Forma más común, con la «h» muda. |
| «nawatl» | Forma común en el habla cotidiana. |
| «nauatl» | Forma común en el habla cotidiana. |
| «naguatl» | Forma común en el habla cotidiana. |
| «na’uatl» | Forma común en el habla cotidiana. |

En última instancia, la forma de escribir la palabra «nahuatl» es una cuestión de preferencia personal.

HDC Análisis Mexihka con Xiuhk’teuktli

Advertencia: Este artículo fue generado mediante las respuestas generadas por Bard, un modelo de lenguaje grande de Google AI. Bard está entrenado en un gran conjunto de datos de texto y código, y puede generar texto, traducir idiomas, escribir diferentes tipos de contenido creativo y responder a sus preguntas de manera informativa. Las respuestas de Bard aún están en desarrollo y deben ser tomadas con discreción y únicamente como ejercicio informativo inicial, y base de una posible investigación más formal con otras fuentes profesionales para obtener información más confiable. Aún así lo consideramos una excelente manera de allegarse información sobre los diferentes temas, siempre que se le use con criterio, seriedad y conocimiento previo para guiar adecuadamenge la conversación con el sistema de Bard.

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Diferencia entre «tekitl» y «tekiyotl»

Preguntándole a la IA.
¿Qué opinan, mexihkas?

Diferencia entre «tekitl» y «tekiyotl».

En la lengua náhuatl, «tequitl» y «tequiyotl» son dos palabras que se relacionan con el concepto de trabajo. Sin embargo, hay algunas diferencias importantes entre ambas.

**Tequitl** es un sustantivo que se refiere al trabajo en sí mismo. Puede referirse a cualquier tipo de trabajo, desde el trabajo físico hasta el trabajo intelectual. Por ejemplo, «tequitl» se puede usar para referirse a la labor de un agricultor, un artesano, un científico o un profesor.

**Tequiyotl** es un sustantivo que se refiere al valor del trabajo. Es el concepto de que el trabajo es una actividad noble y valiosa. El tequiyotl se basa en la idea de que el trabajo es un medio para contribuir a la sociedad y mejorar la vida de los demás.

En resumen, la diferencia entre «tequitl» y «tequiyotl» es la siguiente:

* **Tequitl** se refiere al trabajo en sí mismo.
* **Tequiyotl** se refiere al valor del trabajo.

Algunos ejemplos de cómo se pueden usar estas dos palabras son los siguientes:

* «El tequitl del agricultor es importante para alimentar a la comunidad.»
* «El tequiyotl del maestro es educar a los niños.»
* «El tequitl del artista es crear belleza.»
* «El tequiyotl del científico es descubrir nuevos conocimientos.»

En la cultura náhuatl, el tequiyotl era un concepto muy importante. Se creía que el trabajo era una actividad que contribuía al bienestar de la sociedad y que permitía a las personas alcanzar su máximo potencial.

HDC Análisis Mexihka con Xiuhk’teuktli

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Publicado originalmente en varios grupos de nawatl de facebook y en https://www.facebook.com/share/p/CCRcewD44BLXaFX9/?mibextid=qi2Omg

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¿Cómo se traduce «Política» al nawatl?

Preguntándole a la IA.
¿Qué opinan, mexihkas? 🤔

¿Cómo se traduce «Política» al nawatl?

La traducción más literal de la palabra «política» al náhuatl es «tlahtolli tlahtocayotl». Esta traducción se compone de dos palabras:

  • «Tlahtolli» significa «hablar» o «discurso».
  • «Tlahtocayotl» significa «gobernar» o «dominio».

Por lo tanto, «tlahtolli tlahtocayotl» se puede traducir como «hablar sobre el gobierno» o «discurso sobre el dominio». Esta traducción es literal, pero puede resultar un poco extraña para los hablantes de náhuatl.

Una traducción más natural y fluida al náhuatl es «tlahtocayotl». Esta palabra se puede traducir como «gobierno» o «dominio». Por lo tanto, «tlahtocayotl» se puede traducir como «política».

Esta traducción es más natural porque es la palabra que se usa en náhuatl para referirse al gobierno o al dominio. Además, es una palabra más corta y fácil de pronunciar.

Por lo tanto, la traducción más adecuada de la palabra «política» al náhuatl es «tlahtocayotl».

Aquí hay algunos ejemplos de cómo se puede usar la palabra «tlahtocayotl» en náhuatl:

  • «Tlahtocayotl in Mexico» significa «el gobierno de México».
  • «Tlahtocayotl in tlahtoani» significa «el gobierno del presidente».
  • «Tlahtocayotl in tlalticpac» significa «el gobierno del mundo».

HDC Análisis Mexihka con Xiuhk’teuktli

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¿»Quesadilla» significa «tortilla doblada» en nawatl?

Aún muchos desconocen esto, al desconocer lo más básico de la lengua madre de nuestra nación, el nawatl.

A pesar de ser un platillo de orígen mexihkatl (mexicano) y de estar hecho a base de tlaxkalli (tortilla en castellano), «quesadilla» no viene del nawatl (lengua mexihkatl), es una palabra 100% castellana. La terminación «illa» es un diminutivo castellano aplicado al sustantivo «quesada», que viene de «queso». Esto es, platillo hecho con queso. «Queso» viene del latín «caseus», que, como es de entrever, es originario de Europa. El vocablo «quesadilla» no tiene orígen nawatl.

Pero sin tlaxkalli de tlayolli (maíz), para nosotros los mexicanos no sería nada más que queso traído de Europa.  Así que hasta puede no llevar queso, porque para nosotros, sin importar el nombre  la base es la tlaxkalli y la forma de preparación del platillo, más que el queso.

Pero la quesadilla no es un simple taco de queso, es uno de tantos platillos a base de una tlaxkalli de tlayolli, frito o al comal, oequeña o grande, con uno o con varios ingredientes.

Sin embargo, evidentemente esto es un caso de evolución de la lengua, pues es de suponerse que en un principio fue de queso, de ahí el nombre, y al pasar del tiempo se fue adaptando al gusto de los comensales.

Xiuhk’teuktli (E. Q.)

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